XVI Congreso Nacional



XVI CONGRESO NACIONAL
QUITO, 26 Y 27 DE JULIO DEL 2006
MANIFIESTO
La Central Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas, CEDOC-CLAT, en su XVI Congreso Nacional, ante la grave situación por la que atraviesa nuestro pueblo como consecuencia de la aplicación de brutales medidas del modelo neoliberal, el desgobierno y la corrupción, constata, denuncia y demanda:

CONSTATAMOS: En el escenario Mundial.-

La hegemonía política y económica de la mega potencia del norte, que con el control de los organismos internacionales, impone su voluntad omnímoda en el mundo, irrespetando la soberanía, libertad y derechos de los pueblos y países del resto del planeta, especialmente de los llamados tercermundistas.

Su intervención abierta y permanente en la vida interna de las naciones, para imponer gobiernos y decisiones destinadas a favorecer sus hegemónicos intereses.

El terrorismo de Estado auspiciado, financiado y ejercido directa e indirectamente en contra de pueblos hermanos, como el de Colombia, Palestina, Venezuela y Líbano, que alteran la paz mundial y ponen en jaque los principios de libertad y soberanía.

Pobreza Mundial

El genocidio que día a día se comete en el mundo en contra de los más pobres en nombre de la “santa globalización del mercado” y la degradación del derecho a la vida y a la dignidad humana, usando sin pudor ni verguenza el arma más cruel, el hambre, mientras en los países ricos se desperdician los alimentos.

La depredación de la naturaleza y el medio ambiente, el cual contaminan sin piedad, utilizando la ecología como instrumento de chantaje en contra de los países más débiles que se ven privados de usar racionalmente sus recursos naturales en pro del desarrollo de sus respectivos pueblos.  


 Parte de los compañeros asistentes al XVI Congreso Nacional de la CEDOC-CLAT


Frente a este escenario impúdico y denigrante Demandamos:

La construcción de un nuevo orden internacional sustentado en la justicia social, la libertad plena y la democracia real, con un nuevo modelo de desarrollo económico que privilegie a la persona humana por encima de los protervos intereses del capital y que libere a los pueblos del mundo de la brutal dictadura del mercado y los ubique como sujetos protagonistas de la historia y no como objetos o  mercancías de los cuales hay  que obtener la mayor rentabilidad.

Un nuevo orden en el cual se globalicen los principios y valores del ser humano, que permita su libre circulación por todo el planeta y su derecho al trabajo digno en cualquier parte del mundo, sin restricciones ni desventajas.

Un nuevo orden donde los jóvenes y las mujeres tengan la oportunidad de acceder al mundo del trabajo y donde los niños dejen de ser explotados y puedan obtener la educación y recreación adecuada que les permita convertirse en adultos sanos espiritual y físicamente.

Un nuevo orden donde los Pueblos, Naciones y Estados se respetan en la diversidad y se complementan en la construcción de la paz, el desarrollo y el bien común.

En lo Nacional.-
  • El gobierno surgido de la componenda de la vieja oligarquía política, que desobedeció la demanda popular de “que se vayan todos”; que se burló de la demanda nacional de implementar una reforma política profunda que tenga por objetivo institucionalizar la gobernabilidad, que está al servicio de sectores obscurantistas, retardatarios; que sigue la secuela demagógica y prepotente de sus antecesores y que no ha dado respuestas claras a los problemas de los trabajadores, amenazados en su derecho al trabajo digno y estable.
  • Una clase política cada vez más anquilosada en las viejas prácticas y mañas del pasado, ajena totalmente a la realidad de nuestro pueblo y de sus más justos intereses, carente de liderazgo y de conducción, sin capacidad para generar propuestas nuevas, creativas, que constituyan reales opciones para superar la grave crisis moral, política, social y económica del Ecuador. Clase Política que, una vez más, se ha burlado del clamor popular de cambios y que, con el apoyo de las nuevas generaciones burguesas, se ha reencauchado y busca quedarse con el control del destino de nuestra patria por 25 años más.
  • El Poder Judicial corrupto, que se sustenta en los tentáculos del poder económico y político, con jueces al servicio de mafias de toda índole y naturaleza y no de los ideales y aspiraciones de justicia de los ecuatorianos.
  • El sistema electoral fraudulento, que se burla de la voluntad democrática del pueblo y que impone resultados a su antojo.
  • Las Fuerzas Armadas, donde la corrupción ha penetrado, entre las sombras de un prestigio ganado con la sangre de la tropa y el privilegio faraónico de una cúpula elitista y politizada.
DEMANDAMOS:


Trabajo Un cambio radical en nuestro sistema político y en el modelo de desarrollo socio-económico, que privilegie a los ecuatorianos su derecho a una vida digna, desterrando de una vez y para siempre, las prácticas neoliberales que tanto daño causan a la economía ecuatoriana y sumergen en la más absoluta pobreza a su habitantes.

La derogatoria inmediata de los reglamentos de tercerización; de trabajo por horas; Reglamento a la contratación colectiva en el sector público; respeto a la resolución del Tribunal Constitucional sobre la no aplicación de la unificación salarial para los trabajadores del sector público y por ende respeto a los contratos colectivos.

Implantación de políticas de pleno empleo y salarios justos para los ecuatorianos a fin que cese la migración de nuestro pueblo al exterior, que los esclaviza y provoca la descomposición del núcleo familiar e incrementa desmedidamente el trabajo infantil.

La reforma educativa y mayor presupuesto para la educación, a fin de preparar de mejor forma a nuestros niños y jóvenes para que cuando sean adultos puedan acceder al mercado de trabajo.

La reforma educativa y mayor presupuesto para la educación, a fin de preparar de mejor forma a nuestros niños y jóvenes para que cuando sean adultos puedan acceder al mercado de trabajo.



Mayor presupuesto para la salud y su modernización, respetando el derecho de los trabajadores a la sindicalización y al ejercicio de la representación laboral, sin retaliaciones.

La implantación de políticas de vivienda reales, a favor del pueblo, desterrando la demagogia y la improvisación, ofertando líneas de crédito blandas, que permitan el desarrollo de la vivienda social.

Demandamos políticas de crédito para el sector productivo y en especial para el agro, privilegiando a los pequeños y medianos productores, con intereses bajos y plazos largos, para que impulsen nuestra producción agro industrial y generen más empleos para adultos.

La capacitación y tecnificación de la mano de obra ecuatoriana a través de un sistema de capacitación eficiente y efectivo, que contribuya a elevar nuestros niveles de productividad y competitividad e impacte favorablemente en los niveles salariales de los trabajadores.

Es imperativo que los trabajadores ecuatorianos, en este nuevo escenario político, desterremos a los oportunistas de siempre y unamos nuestras fuerzas para impulsar los cambios que el país y nuestro pueblo demandan y requieren.

Que no caigamos una vez más en la trampa de la oligarquía corrupta que sepulta nuestras esperanzas e hipoteca nuestro futuro; en consecuencia, demandamos que los candidatos presidenciales expliquen a nuestro pueblo, con precisión y claridad, cual es el proyecto político de gobierno con el que aspiran a ganarse la voluntad del electorado y, que sobre todo, no traicionen la fe popular y sus ansias de cambios.

Que propiciemos y construyamos la unidad nacional mediante la concertación de los grandes intereses nacionales de nuestra patria y no desde los apetitos coyunturales de determinados sectores.

NO AL PAGO DE LA DEUDA EXTERNA Y NO AL TRATADO DE LIBRE COMERCIO; SÍ A LA COMUNIDAD LATINOAMERICANA DE NACIONES; SÍ A LA REFORMA INTEGRAL DEL MODELO DE DESARROLLO Y SU INSTITUCIONALIZACIÓN POLITICA.


Congreso