Antecedentes
La unidad orgánica de la clase trabajadora es una necesidad estratégica a nivel global y una demanda permanente de las bases sindicales que sienten que sus derechos son menoscabados y conculcados con mayor fuerza cada día, sin importar si los gobiernos que asumen dicha nefasta posición son de derecha o de izquierda, neoliberales o comunistas, por igual en las tres últimas décadas los trabajadores del mundo y en particular los ecuatorianos hemos visto con impotencia como la falta de visión y de desprendimiento de quienes en su momento tuvieron la responsabilidad histórica de conducir las organizaciones de trabajadores y por ende el compromiso de construir un proceso unitario que liberado de los dogmas ideológicos sectarios y de los intereses mezquinos, dieran el paso audaz de avanzar en la unidad orgánica del Movimiento de Trabajadoras y Trabajadores del mundo, del continente y del país, lo que arrastró al sindicalismo a ser casi aplastado por esa aplanadora deshumanizada llamada neoliberalismo, que se abalanzó con una fuerza brutal a partir de la caída del Muro de Berlín, acto histórico inesperado que dejó sin discurso y estrategias oportunas y eficaces a la casi totalidad de los sectores sindicales tradicionales.